El Canal de Panamá analiza un plan para la siembra de nubes a fin de que llueva más sobre la cuenca hidrográfica de la vía interoceánica en momentos en que el país. Resiste una fuerte sequía causada por El Niño y arrecian los llamados a ahorrar agua.
Pese a que Panamá es un país con recurso hídrico en abundancia, según sus autoridades ambientales enfrenta una seria emergencia.
La iniciativa de la siembra de nubes fue presentada esta semana a un comité de finanzas de la junta directiva de la Autoridad del Canal, que la vio con buenos ojos pero solicitó que se sustente más en aspectos como el costo y los beneficios, informó el vicepresidente de Ambiente, Aguas y Energías de la entidad, Carlos Vargas, a una consulta por correo electrónico de The Associated Press.
No sería la primera vez que se haga un plan de cosecha de agua de lluvia en el canal, ya que hace décadas se acudió a esa medida debido también a una sequía.
La siembra de nubes es una manera de manipular el clima con el fin de cambiar la cantidad de precipitación a través de la dispersión de sustancias químicas.
Esta es una de un abanico de medidas a las que se ve abocado este país centroamericano debido a la sequía que golpea desde el año pasado y que se extendería hasta mediados de 2016 debido al fenómeno El Niño, provocado por el calentamiento de las aguas del Pacífico oriental ecuatorial.
Panamá declaró una emergencia en agosto para afrontar la sequía y está enfatizando en una campaña el ahorro de agua potable. Esta semana reiteró la prohibición del uso del líquido para actividades recreativas, como las festividades del carnaval.
La sequía ha puesto en riesgo el agua para consumo humano en algunos puntos de Panamá y golpea con mayor fuerza a las zonas agrícolas y ganaderas de las provincias de la península de Azuero, en el centro y Pacífico, que por años han sufrido más que otras zonas por el déficit prolongado de lluvias.
El Canal de Panamá, inmerso en la recta final de su expansión multimillonaria, no ha planteado de momento la posibilidad de restricciones futuras en el calado de los barcos y le está dando prioridad al uso del agua.
Vargas aseguró que se busca el mejor funcionamiento de las plantas potabilizadoras que opera el canal y que abastecen del líquido a una parte de los habitantes de la capital, al tiempo que se intentan nuevos mecanismos en las esclusas de los barcos para ahorrar agua.
La ministra de Ambiente Mirei Endara aseguró esta semana que Panamá tiene mucha agua y que es capaz de afrontar la sequía actual y eventos climáticos futuros. El problema está, según la funcionaria, en que del agua que se produce anualmente sólo se aprovecha 25%.
«A pesar de que Panamá pueda sufrir años (con El Niño) muy severos, un cambio climático incierto, nosotros tenemos herramientas, tenemos recursos para poder abatir los efectos del cambio climático», dijo.