Pacientes hospitalizados en Sudán del Sur han sido asesinados a tiros en sus camas y las instalaciones médicas han sido saqueadas y reducidas a cenizas, en una peligrosa muestra de irrespeto al sistema de salud que obligó al grupo Médicos Sin Fronteras a examinar sus operaciones en el país.
El grupo de asistencia humanitaria señaló el miércoles que la violencia extrema y la falta de respeto por los trabajadores de la salud en Sudán del Sur han hecho su trabajo casi imposible.Médicos Sin Fronteras denunció que sus miembros destacados en este país encontraron los cadáveres de al menos 14 personas en un hospital en Malakal durante el fin de semana y que muchos de los fallecidos recibieron disparos de arma de fuego cuando estaban en sus camas.
Los rebeldes han estado combatiendo a las fuerzas gubernamentales por el control de la ciudad, que es capital de un estado productor de petróleo.El líder del grupo Rafael Gorgeu dijo que las instalaciones de Médicos Sin Fronteras en las localidades de Leer y Bentiu fueron saqueadas y destruidas por completo. Añadió que no quieren irse de Sudán del Sur, pero deben considerar la situación de seguridad de sus miembros.
Los hombres que perpetraron los ataques han mostrado una «carencia absoluta de respeto por los trabajadores de la salud», dijo.»¿Cómo quieren que nos quedemos hasta el último momento con la garantía de que nuestro personal y pacientes no serán un blanco?», añadió.»No queremos salir de Sudán del Sur, definitivamente no, pero tenemos que estudiar la situación con mucho cuidado ahora», dijo Gorgeu. «No es nuestra inversión, sino la confianza y el respeto lo que se realmente se pone en tela de juicio».
YUBA, Sudán del Sur (AP)