La gran nevada que se cierne sobre el este de Estados Unidos podría incluirse entre las 10 mayores que hayan azotado la región. Así lo indicó el Servicio Nacional de Meteorología este viernes.
La caída de nieve podría ser intensa, de entre 2,5 y 7,5 centímetros (entre una y tres pulgadas) por hora durante 24 horas o más tiempo en la zona, dijo el meteorólogo Paul Kocin, del Centro de Predicciones Climatológicas.
De acuerdo con las proyecciones, la capa de nieve podría alcanzar más de 60 centímetros (dos pies) en Washington, entre 30 y 46 centímetros (entre un pie y 18 pulgadas) en Filadelfia y entre 20 y 30 centímetros en Nueva York.
Kocin comparó la próxima nevada con la llamada «Snowmageddon» (que podría traducirse al español como apocalipsis de nieve), la primera de dos tormentas que azotaron Washington en 2010 y dejaron hasta 76 centímetros (30 pulgadas) de nieve en diversas partes.
Sin embargo, señaló que la inactividad del fin de semana y las advertencias emitidas durante días podrían contribuir a limitar las muertes y los daños.
En un supermercado en Baltimore, Sharon Brewington llenó su carrito de compras con bocadillos de consumo inmediato, pan, leche y carnes frías.
En 2010, ella y su hija estuvieron varadas en casa y se alimentaron sólo de tallarines y agua. «No voy a cometer el mismo error otra vez», agregó.
A medida que los alimentos y otros suministros se agotaban de los anaqueles de las tiendas, cinco estados y el Distrito de Columbia declararon el estado de emergencia en antelación al sistema de la tormenta, que se desplaza con lentitud.
Las escuelas y las oficinas de gobierno fueron cerradas como medida preventiva. Miles de vuelos fueron cancelados. Conciertos y partidos de basquetbol colegial quedaron suspendidos.
La caída de nieve, que se prevé continuará desde la noche del viernes al domingo, podría causar daños por más de 1.000 millones de dólares y paralizar una tercera parte de la región este de la nación, dijo el director del Servicio Meteorológico, Louis Uccellini.