Miles de empleados públicos tomaron este martes el centro de la capital de Costa Rica para protestar contra lo que califican como «raquítico» ajuste salarial de 0,43% decretado por el gobierno para el primer semestre de este año, constataron periodistas de la AFP.
Los manifestantes colmaron unas diez cuadras de la Avenida Segunda, la más amplia arteria de la ciudad, y remataron frente al edificio del Ministerio de Hacienda, al grito de: «¡Dignidad para los trabajadores de Costa Rica!».
La marcha, que paralizó durante algunas horas el centro de San José, transcurrió en calma y prácticamente sin presencia policial.
«0,43% de aumento, qué indignación», «Alto a la desigualdad social y laboral», «No más burlas», eran algunas de las consignas que se leían en las pancartas que portaban los sindicalistas, en su mayoría educadores, empleados del gobierno central, y de las empresas públicas de telecomunicaciones, energía y petróleo.
El movimiento de protesta prácticamente suspendió la actividad en los centros educativos públicos y en numerosas instituciones del gobierno, aunque no se vieron afectados servicios esenciales de salud, energía, telefonía o seguridad.
Pese a una negociación desarrollada a principios de enero entre el Ministerio de Trabajo y la dirigencia sindical, el gobierno decidió unilateralmente decretar un ajuste de 0,43%, que en promedio equivale a unos tres dólares mensuales.
Las autoridades alegan que ese porcentaje es el que corresponde a un acuerdo firmado con los sindicatos en que se garantiza cubrir la inflación registrada en el semestre anterior.
Además, alegan que el elevado déficit fiscal proyectado, de 6% del PIB este año, hace imposible un aumento mayor a los empleados públicos.
Los sindicatos, que pedían un ajuste del 3,5%, reaccionaron indignados al decreto, que calificaron como una «ofensa a la dignidad de los trabajadores» y entablaron negociaciones para una serie de acciones de protesta.
«Es perversa la intención (del gobierno) de poner a los empleados públicos como los responsables del déficit fiscal», afirmó el secretario general de la Asociación Nacional de Empleados Públicos (ANEP), Albino Vargas.
Mientras comparsas, mascaradas y cimarronas (orquestas rústicas populares) se mezclaban haciendo algarabía entre la muchedumbre, una trabajadora de edad avanzada marchaba portando una pancarta con la leyenda: «Adiós doña Laura, y ojalá sea para siempre», en alusión a la presidenta Laura Chinchilla que termina su mandato de cuatro años el 8 de mayo.
Para el 20 de marzo próximo está programada una nueva marcha antigubernamental a la que se sumará otra serie de sindicatos y organizaciones sociales que no participaron en la movilización de este martes.
SAN JOSÉ, (AFP)