El mexicano Joaquín «El Chapo» Guzmán, considerado el narcotraficante más poderoso del mundo hasta su captura el sábado, inició una estrategia legal para eludir una esperada demanda de extradición desde Estados Unidos, donde le acusan de introducir masivos cargamentos de drogas.
Guzmán está recluido en el penal de alta seguridad «El Altiplano», a unos 90 km de la capital. El domingo, el capo rindió declaración y fue informado de los cargos en su contra por delincuencia organizada y tráfico de cocaína en México. A más tardar el martes a las 21H00 GMT el juez debe decidir si lo enjuicia, informó el lunes el Consejo de la Judicatura Federal.
Paralelamente, en Estados Unidos se anuncian planes para reclamar la extradición del líder del cártel de Sinaloa, sobre quien existen numerosas acusaciones de cortes de justicia de numerosas ciudades, desde Nueva York a San Diego.
La oficina del Fiscal del Distrito del Este de Nueva York adelantó el domingo a la AFP que tienen intención de pedir la extradición de Guzmán.
Ante estos anuncios, los abogados de Guzmán introdujeron el domingo y este lunes sendos recursos de amparo para bloquear una eventual extradición a Estados Unidos, que deben ser revisados por un juez mexicano.
«El amparo contra la extradición se hace cuando se sabe que Estados Unidos la va a pedir y los abogados se adelantan a eso. No significa que vaya a prosperar, pero buscan que Guzmán permanezca en México y dilatar el caso», explicó a la AFP Raúl Benítez Manaut, experto en seguridad de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Benítez Manaut señaló que Guzmán debe ser juzgado primero en México y que después las autoridades podrán decidir si aceptan una extradición, que podría ser inmediata o al cumplir la pena que se le imponga en México. Para el experto, un juicio de esta trascendencia puede ser acelerado y durar solo unos meses.
Sin embargo, otros expertos consultados por la AFP señalan que Guzmán puede ser ya extraditado porque cuenta con una condena en firme en México, que acabaría de cumplir al regreso de una eventual pena en Estados Unidos.
El capo mexicano fue detenido en 1993 y condenado a 20 años de prisión pero logró fugarse de la cárcel en 2001.
Además de tener una condena inconclusa, una fuente ministerial de la fiscalía mexicana adelantó a la AFP que se presentarán nuevos cargos contra Guzmán por narcotráfico, uso de recursos de procedencia ilícita, delincuencia organizada y posesión de armas reservadas a las fuerzas armadas.
Este lunes, Osorio Chong reveló que la actual esposa y dos hijas mellizas de Guzmán estaban presentes en la captura y que las tres fueron después liberadas.
En su primera mención en público a la captura de Guzmán, el presidente Enrique Peña Nieto pidió el lunes que este éxito no lleve a bajar la guardia en la lucha contra el crimen organizado.
Esta operación «acredita la eficacia del Estado mexicano pero de ninguna manera debe ser motivo para caer en triunfalismos», dijo el mandatario en un evento militar.
Además de a Guzmán, el gobierno de Peña Nieto (2012-2018) también ha capturado a Miguel Ángel Treviño, líder de Los Zetas, considerado el segundo mayor grupo criminal de México tras el cártel de Sinaloa.
MÉXICO, (AFP)