El secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-moon, sancionó el secuestro del Primer ministro libio, Ali Zeidán, quien fue retenido este jueves por el grupo armado "La lucha contra el crimen", dependiente del Ministerio de Interior, en un reconocido hotel en el centro de Trípoli, (capital) cuando irrumpieron su estadía de manera repentina.
Tras la liberación de Zidán, Ban exigió a los miembros del sistema, pactar acuerdos para estabilizar el país. Un portavoz de la ONU informó mediante un comunicado que el secretario se encuentra despreocupado por la liberación del alto funcionario libio, y reiteró su condena al secuestro, "el secretario general está aliviado por la liberación del primer ministro y enfatiza su apoyo al Gobierno libio", dijo el vocero.
Ban dijo en la misiva que el país árabe afronta un grave deterioro en materia de seguridad y aumento de los actos violentos por lo que llamó a las partes a buscar consensos y trabajar unidos para construir un nación "fuerte, estable y que respeta los derechos humanos".
El secretario resaltó que la ONU respalda las acciones del pueblo libio en su empeño por avanzar en la transformación política del país, y establecer un Estado democrático que encaje en la comunidad internacional al recibir apoyo de todos los países en ese esfuerzo.
Desde que los hombres armados, perpetraron la posada donde se encontraba Zeidán y lo llevaron a un lugar desconocido, circuló información contradictoria acerca del secuestro, ya que según sus captores el ministro había sido aprehendido en una comisaría y acusado ante la ley de "atentar contra la entidad y la seguridad" del Estado.
El rapto de Zeidán,supuso una nueva estocada contra la credibilidad del Gobierno libio en su intento por restablecer la seguridad en la nación y poner fin a la inestabilidad en el país.
Pese a la rápida liberación del primer ministro, el Estado se reunirá para definir nuevas estrategias efectivas en contra de grupos armados que mantiene en jaque a la población en las principales ciudades del país.
De acuerdo con una fuente anónima de "La lucha contra el crimen", citada por la agencia EFE, Zeidán ha sido detenido porque pesan sobre él dos acusaciones: amenazar la seguridad del Estado y hechos de corrupción.
El secuestro se ejecuta cinco días después de la captura de un ciudadano libio, Abu Anas al-Libi, en territorio libio, por un comando militar estadounidense. Washington acusa a Al-Libi de ser un dirigente de la red terroristas Al-Qaeda.