El futuro de algunas de las ciudades más grandes del mundo podría ser catastrófico. El aumento que se pronostica en el nivel de los mares puede provocar crecientes inundaciones, tormentas más intensas y un clima imprevisible. La preparación de las ciudades costeras para hacer frente a estos fenómenos determinará su calidad de vida y su destino económico. Muchas de las ciudades más grandes se encuentran en Asia e impulsan poderosas economías, al tiempo que alojan a cientos de millones de personas en barrios pobres.
Los científicos concuerdan generalmente en que el nivel de las aguas subirá un metro (tres pies) este siglo, aunque algunos hablan de hasta seis metros.
Una cosa es cierta: es inevitable que las aguas suban en vista de que el calentamiento global está derritiendo glaciares y expandiendo los océanos, y las ciudades tendrán que adaptarse rápidamente para evitarle grandes pérdidas a los inversionistas y enormes desastres a la población. Las urbes que no se preparen no recibirán inversiones.
«A los empresarios y a las sociedades en general les cuesta comprender lo que está pasando», declaró Richard Hewston, analista del cambio climático de Verisk Maplecroft, que asesora a las empresas sobre riesgos, pero algunos gobiernos se están dando cuenta de que «necesitan prestarle atención a estos riesgos asociados con el cambio del clima para atraer a los inversionistas».
Las ciudades del mundo desarrollado están mejor preparadas para sobrellevar este fenómeno, pero no las del mundo en desarrollo.
Las pérdidas derivadas de las inundaciones de zonas costeras ya registran un promedio de 6.000 millones de dólares anuales, según un estudio de 2013 publicado por la revista Nature, el cual estima que esas pérdidas podrían ascender a 52.000 millones de dólares anuales.
Asia es particularmente vulnerable porque muchos de sus países luchan por sacar a cientos de millones de personas de la pobreza y sus ciudades atraen enormes cantidades de migrantes que buscan mejores oportunidades económicas. Se espera que en una década haya 37 ciudades con al menos 10 millones de habitantes y 21 de ellas estarán en Asia.
Daca, la capital de Bangladesh, tiene una gran cantidad de barrios de emergencia donde se refugiaron millones de personas que le escaparon a la subida del mar en sus ciudades costeras. Mumbai, la capital financiera de la India, tiene un producto bruto anual de 151.000 millones de dólares y 2,8 millones de personas apretujadas en localidades bajas que se inundan periódicamente.
«A veces el oleaje llega a nuestras casas, las derriba y se lleva nuestras pertenencias», comentó Birender Bacchar Singh, quien vive en la barriada de Sharavi en Mumbai. «Pero no tenemos adónde ir».
El impacto de estas ciudades en la economía es crucial. Daca, una urbe muy vulnerable a la crecida del mar, genera más de la mitad del PNB de Bangladesh, que es de 150.000 millones de dólares. Manila, que se inunda con frecuencia, representa dos tercios de la economía de las Filipinas, mientras que el PNB de Shanghai (594.000 millones de dólares) y de Hong Kong (416.000 millones de dólares) es más grandes que las economías de muchos países.
El primer ministro de la India Narendra Modi habla de construir 100 pequeñas ciudades con sistemas de transporte, comunicaciones y desagües integrados, que garanticen un desarrollo sustentable y el crecimiento económico, según dijo su ministro de desarrollo urbano.
Pero nadie dice lo que se va a hacer para preparar a las ciudades ya existentes, donde unos 400 millones de indios soportan una infraestructura decadente, con viviendas precarias, sistemas de drenaje atascados y un tratamiento de aguas residuales inadecuado.
«Cuando se habla de la crecida de los mares, estamos en un momento clave, pero seguimos construyendo viviendas e infraestructura a lo largo de la costa. La sociedad no parece haberse dado cuenta de los riesgos», opinó Rishi Aggarwal, ambientalista que trabaja con la Observer Research Foundation de Mumbai.
«Si inundaciones como las de 2005 en Mumbai no lograron despertar a la gente, cuesta imaginarse lo que será necesario para que eso suceda», comentó Aggarwal.
Se calcula que si no se contiene el calentamiento global, el mar se devorará zonas costeras donde hoy viven entre 470 y 760 millones de personas, de acuerdo con un estudio difundido en noviembre por la organización investigadora Climate Central.
Asia tiene siete de las 10 megaciudades con las mayores cantidades de gente que corre peligro de ser desplazada, según el informe: Shanghai, Hong Kong, las urbes indias de Calcuta y Mumbai, Daca (Bangladesh), Yakarta (Indonesia) y Hanoi (Vietnam).
Algunos países ya están tomando medidas y serán «más competitivos» que los que no hacen nada, afirmó Tatiana Gallego Lizón, directora de la división de desarrollo urbano y aguas del Banco Asiático de Desarrollo.
Dijo que Kolkata y Hanoi están mejorando sus sistemas de desagüe.
Shanghai, donde cae mucha lluvia y que ya ha soportado fuertes inundaciones, ha construido un muro de más de 520 kilómetros (320 millas) que rodea casi la mitad de la ciudad y la protege de tifones y de la crecida del mar. Cuenta asimismo con un sistema mecánico que le permite regular la cantidad de agua de sus afluentes que llega al río Huangpu, que cruza la ciudad.
«Los controles que tenemos nos permitirán hacer frente a la crecida del mar en los próximos 20, 50 y hasta 100 años», aseguró Zhang Zhenyu, vocero de la oficina de control de inundaciones de Shanghai.