La "guerra contra las filtraciones" de Barack Obama es la más agresiva desde el gobierno de Nixon, según un reciente informe, según el cual los intentos del Gobierno por controlar la información obstaculizan el trabajo de los periodistas.
"La guerra de la administración contra las filtraciones y otras medidas para controlar la información son las más agresivas que he visto desde la administración de Nixon, cuando yo era uno de los editores que participaron en la investigación del caso Watergate", escribió Leonard Downie Junior, ex redactor jefe de 'The Washington Post' y autor del informe 'La Administración de Obama y la Prensa', publicado este jueves.
Según el informe, elaborado a partir de entrevistas a numerosos periodistas, incluido Michael Oreskes, editor jefe de la agencia Associated Press, cuyos más de 100 han sido vigilado por el Gobierno de EE.UU., la persecución agresiva por parte de la Administración de Obama de las filtraciones los intentos por controlar la información tienen un "efecto escalofriante" sobre los periodistas y filtradores.
Cuando asumió el cargo el presidente Obama prometió un gobierno abierto y transparente tras criticar el secretismo de la administración de Bush, pero -subraya el informe- "ha fallado en el cumplimiento de sus promesas".