Ocho civiles murieron y otros tres resultaron heridos en una serie de ataques aéreos estadounidenses lanzados desde abril a julio del año pasado contra objetivos del grupo Estado Islámico en Irak y Siria, admitió el Comando Central estadounidense el viernes.
«Lamentamos profundamente la pérdida no intencional de vidas y daños físicos resultantes de estos ataques aéreos«, señaló el Comando en un comunicado en el que revela los resultados de sus investigaciones sobre cinco ataques, que «probablemente provocaron la muerte de ocho civiles y herido a otros tres».
La coalición reconoce la existencia de víctimas civiles de los bombardeos luego de meses de investigación.
Ya había reconocido la muerte de cuatro civiles en marzo en un retén en Hatra (Irak) y la de dos niños en noviembre en Harem, en Siria.
Pero la coalición es acusada con frecuencia de subestimar el número de víctimas civiles de sus bombardeos.
La ONG Airwars con sede en Londres, que compara y copila informaciones públicas, estima que esas pérdidas podrían en realidad cifrarse en centenares, e incluso superar el millar.
En noviembre, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, una ONG que dispone de una vasta red de recursos en los focos de conflicto en Siria, había estimado que 226 civiles habían muerto en los ataques de la coalición entre setiembre de 2014 y fines de octubre de 2015, solamente en ese país.