Angela Villón, una prostituta y activista por los derechos de las trabajadoras sexuales, busca convertirse en legisladora en los comicios generales y parlamentarios de abril y asegura que de ganar luchará contra la violencia de género y quienes explotan a las mujeres.
Dice que no tiene ningún temor a los insultos de la campaña política. «Que me llamen puta no me ofende, lo asumo sin ninguna carga de culpa», afirmó.
Villón formó en 2002 la primera agrupación que enfrentó los atropellos de las trabajadoras sexuales peruanas y la llamó «Miluska, vida y dignidad» en recuerdo de una colega asesinada en 1998. De acuerdo a su experiencia de 30 años como prostituta, la mayor cantidad de abusos provienen de la policía que las detiene y les roba el dinero que han ganado durante el día.
Un estudio realizado en 2002 por el ministerio de Salud calculó en 250 mil las trabajadoras sexuales en todo el país.
La mujer promete que si llega al parlamento también luchará contra delincuentes dedicados a la trata sexual que explotan al menos a 811 mujeres menores de 18 años, según conteos oficiales conocidos en 2015. «Son grupos peligrosos, con dinero, poder y han esclavizado a muchas chicas sobre todo en la selva», dice la candidata del partido izquierdista Frente Amplio.
Considera que Perú es un país «cruel con las mujeres». «A los políticos poco les interesa, eso porque existe una intensa cultura machista en hombres y mujeres», afirma.
Según datos oficiales en 2015 un total de 95 mujeres fueron asesinadas por sus parejas y otras 186 sufrieron intentos de asesinato mediante golpes, estrangulamiento, acuchillamiento o disparos.
Perú tendrá en abril elecciones presidenciales y legislativas para su parlamento unicameral de 130 curules. El total de candidatos al parlamento suman al momento más de 2 mil 600 y el cierre de las inscripciones concluye la segunda semana de enero.
No es la primera prostituta que se postula al parlamento en Latinoamérica. En 2010 la activista por los derechos de las prostitutas Gabriella Leite postuló a una silla de diputada en el parlamento de Brasil por el Partido Verde, pero no fue elegida.