Campesinos disgustados y montados sobre cientos de tractores cancelaron el viernes una protesta que amenazaba con cerrar el principal aeropuerto de Tailandia y dieron una prórroga a la asediada primera ministra del país, así como a los viajeros que temían que se repitiera un importante cierre en 2008 en la terminal aérea.
Los campesinos cancelaron la protesta en el aeropuerto Suvarnabhumi de Bangkok después de lograr un acuerdo de último minuto con la primera ministra Yingluck Shinawatra, quien aceptó ponerse al corriente con los pagos de los cultivos de arroz del año pasado para la próxima semana.
Sin embargo, prometieron cumplir con su amenaza si los pagos no están hechos en los siguientes días.
La protesta de los agricultores es uno de los muchos dolores de cabeza de Yingluck, quien cada vez parece más impotente frente a los movimientos contra el gobierno que buscan su renuncia. Los manifestantes han acampado prácticamente impunes durante semanas en importantes intersecciones de Bangkok y cerca del complejo de gobierno. La gobernante se ha visto obligada a trabajar en varias oficinas alternativas desde diciembre.
A los agricultores ya les pagaron unos 2.000 millones de dólares por los cultivos del año pasado, pero todavía les deben unos 3.390 millones.
El acuerdo del viernes no cubre los pagos de los campesinos a nivel nacional, sino sólo a los de la provincia central de Uthai Thani.
BANGKOK, Tailandia (AP)