Las autoridades de Beijing dicen que cuando el aire esté realmente sucio tienen un plan para sacar de circulación a la mitad de los automóviles de la ciudad. El problema es que puede ser difícil que ese plan se ponga en marcha.
El viernes se emitió una inusual alerta «naranja», la segunda en mayor nivel en los cuatro niveles de urgencia. Dio pie a advertencias de salud, prohibición para hacer parrilladas, prender fuegos artificiales y hacer trabajo de demolición, pero no se ordenó evitar la circulación de los autos.
El sistema de alertas de Beijing exige que se pronostique que habrá malas condiciones del aire durante tres días consecutivos para que se declare la emergencia.
Ma Jun, del Instituto Público de Asuntos Ambientales en Beijing dijo que el gobierno es reacio a adoptar medidas más severas porque sería casi imposible notificar de la alerta a todos los automovilistas.
BEIJING, China (AP)