El Vaticano decidió como medida para reducir su propio déficit suspender el pago de horas extraordinarias, renovar o realizar nuevos contratos y otorgar promociones al personal, indicaron este jueves fuentes religiosas.
La decisión fue comunicada por la Secretaría de Estado a los responsables de cerca de 20 congregaciones y consejos pontificios del Vaticano.
El papa argentino Francisco está examinando una serie de reformas internas, entre ellas la posible fusión de varias entidades y oficinas de la Curia Romana, y ordenó aplicar medidas de austeridad ante la crisis económica y así evitar el despido de empleados y funcionarios.
Las nuevas indicaciones fueron autorizadas por el número dos del Vaticano, el Secretario de Estado Pietro Parolin.
La reforma de las estructuras económicas de la Curia Romana está siendo examinada por grupos de expertos privados, con la supervisión de ocho cardenales asesores del papa y otros consejeros, casi todos prelados extranjeros que no forman parte de la maquinaria interna.
El Vaticano deberá moverse al ritmo austero del papa Francisco, quien designó pocos meses después de su elección en marzo pasado una comisión para hacer más eficiente y transparente la administración de la Santa Sede.
Se trata de una reforma que apunta directamente contra el derroche y la corrupción y a bajar costos.
Esos objetivos figuran en un documento de puño y letra de Francisco, llamado «Quirógrafo» en la jerga vaticana, en el que pide una racionalización de los gastos, para evitar el dispendio de recursos económicos, favorecer la transparencia en la adquisición de bienes y servicios, y perfeccionar la administración del patrimonio mobiliario e inmobiliario.
CIUDAD DEL VATICANO, (AFP)