La revista satírica Charlie Hebdo, que vio su personal diezmado por extremistas islámicos el 7 de enero de 2015, lanzó esta semana una edición especial que mostraba en su portada a un dios ensangrentado y con un Kalashnikov, y el titular «El asesino sigue a la fuga».
En un editorial lleno de blasfemias, Laurent Sourisseau, editor del medio y conocido como Riss, describió el silencio que se produjo en la redacción momentos después de que los dos hombres abrieran fuego, y dijo que así supo que sus colegas habían muerto. Sin embargo, Riss dijo que el periódico seguirá abierto porque «nunca tuvimos tantas ganas de partir la cara a los que soñaron nuestra muerte».
Diecisiete personas murieron en los atentados contra Charlie Hebdo el 7 de enero y un supermercado kosher dos días después. Los tres atacantes murieron.