Tropas indias seguían luchando el domingo contra al menos dos hombres armados en una base aérea cercana a la frontera de Pakistán. Así lo indicó un alto cargo del gobierno, más de 36 horas después de que el complejo se viera atacado.
Los supuestos milicianos parecían estar arrinconados, dijo el secretario del Interior Rajiv Mehrishi el domingo por la noche, y se esperaba que fueran «neutralizados» pronto.
El ataque contra la base de Pathankot, que comenzó el sábado antes del amanecer, se había cobrado por el momento las vidas de siete soldados y cuatro agresores. Se cree que fue un intento de desbaratar los recientes avances en la relación entre los viejos rivales India y Pakistán.
Las operaciones de búsqueda para asegurar la base aérea de Pathankot continuaban a última hora de la mañana del domingo, había indicado antes la portavoz de la Fuerza Aérea Rochelle D’Silva. Durante el día se oyó al menos una detonación dentro del recinto, pero las autoridades declinaron hacer comentarios en un principio.
D’Silva no dio detalles sobre la muerte de un comando de élite el domingo por la mañana, aparte de indicar que había sufrido heridas graves en una explosión. Varios medios señalaron que el comando murió cuando trataba de desactivar explosivos.
El ataque del sábado se produjo apenas una semana después de la primera visita a Pakistán de un primer ministro en 12 años. La policía dijo estar investigando si los hombres armados procedían de la porción de Cachemira controlada por India, donde los rebeldes suelen realizar ataques, o de Pakistán.