Familias enteras de León, acompañaron al obispo en la solemne procesión de Cristo Redentor, para luego reunirse frente a la catedral metropolitana y recibir la primera misa del año implorando por el perdón de los pecados y agradeciendo por un año más de bendición. Esta actividad religiosa ya es una tradición en donde asisten leoneses de todas las edades, destacando la unidad familiar.
La imagen de Cristo recorre las principales calles de la ciudad y llega a la catedral atravesando la calle real, en donde los pobladores adornan sus casas con altares y flores en honor a Cristo Rey. Al llegar la imagen a la catedral fue expuesta en la puerta del perdón y el obispo dio inicio a la eucaristía, «La familia es el pilar fundamental para el desarrollo de la comunidad y con Cristo que nos fortalece todo lo podemos» dijo el obispo de león, Bosco Vivas Robelo.
Dentro de la multitud de personas cristianas devotas se encontraban el alcalde municipal Roger Guardián y el jefe departamental de la policía nacional Luis Barrantes, quienes rodeados del pueblo acompañaban la tradicional procesión.