«Mario Alexander Mendoza Juárez, se encuentra ingresado en el Hospital España de Chinandega, en estado depresivo», lo dice la suegra de este recluso que guarda prisión preventiva en la delegación de la Policía de Chinandega.
Mendoza confesó haberse cortado la yugular y los pulsos de ambas manos en la prisión a eso de las 7:00 am sin que nadie se diera cuenta. Al parecer utilizó una rasuradora Gillette para cortarse con la idea de matarse.
El reo tiene 23 años, está en proceso de juicio por el delito de tráfico interno de droga tras haber sido capturado a mediado del mes de enero en una unidad de transporte colectivo de la ruta Chinandega Somotillo.
Dice que adentro, es la casa del diablo por el ahogo que ha causado el hacinamiento, «ahí no se respira aire puro, no ves el sol, no se duerme, no hay derecho a nada, perdí mi libertad por un delito que no cometí».
«Mi yerno es inocente, siento lástima por su situación porque el encierro lo está atormentando, creo que eso lo llevó a tomar la errónea decisión de quitarse la vida», expresó Rosa Martínez.
«Dios quiera que salga librado de este problema y logre su libertad porque nos da miedo que cometa otra locura si regresa a la cárcel», dijo apesarada.
Desde una cama del hospital. Mendoza defiende su inocencia y pidió a las autoridades sea liberado.
La Policía de Chinandega no ha difundido ningún comunicado al respecto sobre este suceso, sin embargo se conoció que investigan de qué manera llego el objeto cortante a la celda número siete donde hay 22 reos, entre ellos Mendoza.
Belkiss Medina