Autoridades de la capital belga cancelaron el miércoles la tradicional celebración de víspera de Año Nuevo con fuegos artificiales, citando temores de posibles ataques de militantes. El martes, fiscales federales dijeron que las fuerzas de seguridad detuvieron a dos sospechosos de preparar un ataque previo al Año Nuevo en Bruselas durante redadas en diferentes partes del país.
«En conjunto con el ministro del Interior, hemos decidido no hacer las celebraciones de la noche del jueves», dijo el alcalde de Bruselas, Yvan Mayeur, a la cadena estatal RTBF.
Las dos personas arrestadas, que podrían presentarse en una corte el jueves, pertenecen a los Kamikaze Riders, un grupo de motociclistas que en su mayoría son originarios del Norte de Africa y cuyas acrobacias motorizadas pueden ser vistas en varios videos online.
Bélgica ha estado en el centro de las investigaciones por los ataques en París del 13 de noviembre, en los que murieron 130 personas.
Dos de los suicidas, Brahim Abdeslam y Bilal Hadfi, habían vivido en Bélgica.
El miércoles, una fuente cercana a la investigación francesa confirmó un reporte que decía que al menos un hombre era sospechoso de haber coordinado los ataques por teléfono móvil desde Bélgica a medida que se desarrollaban los hechos.
La última vez que Bruselas canceló los fuegos artificiales de la víspera de Año Nuevo fue en 2007, cuando también se encontraba en alerta máxima tras frustrar un plan para liberar al ciudadano tunecino Nizar Trabelsi, en prisión por conspirar para hacer estallar una base militar.