Las aguas crecidas complicaban el lunes los esfuerzos de los equipos de emergencia por limpiar un lugar remoto en el nordeste de Australia donde había descarrilado un tren de mercancías que transportaba ácido sulfúrico.
El convoy transportaba unos 200.000 litros (53.000 galones) del ácido corrosivo cuando se salió de la vía el domingo en la pequeña localidad de Julia Creek, en el estado occidental de Queensland. Una pequeña cantidad de ácido sulfúrico y combustible se derramó y los 26 vagones se salieron de las vías, indicó la policía de Queensland. Tres personas fueron atendidas por lesiones menores.
Los fuertes chubascos complicaban las tareas de limpieza. Las inundaciones cortaron el acceso a la autopista adyacente al lugar del suceso.
La policía acordonó una zona de 2 kilómetros (1,2 millas) a la redonda del lugar del descarrilamiento del tren y trataba de determinar si se había producido algún impacto en el medio ambiente, aunque el inspector de policía Trevor Kidd señaló que la zona es muy remota.
«Está a una distancia considerable de los grandes cursos de agua y cualquier infraestructura importante, así que en ese sentido tenemos algo a nuestro favor», explicó Kidd a la Australian Broadcasting Corp. «Pero desde luego es un desafío hacer una evaluación eficaz en este momento».
La agencia estatal que gestiona las vías ferroviarias, Queensland Rail, señaló que las inundaciones habían impedido que sus enviados llegaran al lugar, por lo que aún desconocía la causa del descarrilamiento o la extensión de los daños en el trazado. Se esperaba que la vía permaneciera cerrada varios días, añadió el organismo.