Cinco jóvenes brasileños, de entre 13 y 23 años, acusaron a la policía de haberlos torturado la noche de Navidad en Río de Janeiro, infligiéndoles quemaduras en el cuerpo y abusando de ellos sexualmente después de haberlos extorsionado por dinero.
El caso fue denunciado por el diario O Dia de Río, según el cual los jóvenes regresaban de un fiesta en tres motos cuando fueron arrestados por no llevar cascos.
Ocho policías militares, que trabajan en una Unidad de la Policía Pacificadora (UPP) del barrio de Santa Teresa (centro), les exigieron dinero para dejarlos marchar. Los muchachos dieron lo que tenían pero los uniformados estimaron la cifra insuficiente.
Durante 40 minutos, los policías militares quemaron a los jóvenes con cuchillos calentados y encendedores en los brazos y las piernas, relataron las víctimas.
«Les rogamos que pararan, pero ellos continuaban al grito de ‘ustedes son los bandidos'», relató una de ellas en un video difundido este domingo por el portal de noticias G1.
Los jóvenes, que también sufrieron abuso sexual, denunciaron a los uniformados ante la comisaría más cercana.
Los policías militares, cuya identidad no fue revelada, fueron detenidos y serán procesados por la justicia militar y común.
La policía de Río de Janeiro tiene la reputación de ser violenta, y se le atribuye la muerte de más de 1.500 personas en los últimos cinco años, según denunció en agosto la ONG Amnistía Internacional.
Tras más de un año de ocupar militarmente las favelas de Río para «pacificarlas» recuperando su control de manos de las bandas narcotraficantes, la tasa de homicidios cayó a su nivel más bajo en los últimos 24 años, según las autoridades.
Pero la ciudad que recibirá los Juegos Olímpicos en agosto próximo sigue siendo violenta y al menos tres personas son asesinadas a diario en sus calles, principalmente en sus barrios pobres.
Las autoridades anunciaron que más de 85.000 policías y militares serán desplegados en Río para garantizar la seguridad durante los JO-2016 (de 5 al 21 de agosto), un dispositivo dos veces más fuerte que el de los Juegos en Londres 2012.
Brasil es uno de los países más violentos del mundo con 50.000 asesinatos sólo en 2012, según cifras de la ONU.