El Parlamento griego aprobó las uniones civiles de parejas del mismo sexo, en una votación controvertida que puso de manifiesto la fuerte influencia de la Iglesia Ortodoxa en la sociedad y política de este país.
La votación salió adelante con los votos del partido gubernamental Syriza, que tuvo que apoyarse en la oposición para aprobarlo, pues su aliado, los nacionalistas Griegos Independientes (Anel), muy cercanos a la Iglesia, votaron en contra.
Con la aprobación de esta ley se «cierra un ciclo retrógrado y vergonzoso para el Estado griego» y una era de «rechazo y marginación de miles de conciudadanos», y se abre una de «igualdad y dignidad «, dijo el primer ministro Alexis Tsipras, en su intervención en un debate que duró doce horas y no estuvo exento de tonos homófobos, sobre todo por parte del partido neonazi.
Tsipras pidió disculpas a los miles de ciudadanos griegos, que, a diferencia de otros países europeos, tardaron años en gozar de igualdad ante la ley. Con la legalización de las uniones civiles del mismo sexo.
Grecia cumple con sus obligaciones europeas, pues en 2013 fue condenada por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos por discriminación tras una denuncia de militantes homosexuales. La nueva ley contempla equiparar las parejas de hecho homosexuales a las heterosexuales, con la condición de que estén registradas en Grecia.
Este tipo de uniones civiles gozará de derechos similares a los del matrimonio, como el de heredar las posesiones del cónyuge o tener acceso a la Seguridad Social amparada, pero no permite la adopción, algo que el ministro de Justicia, Nikos Paraskevópulos, no ha querido excluir para más adelante.
El proyecto legal se topó con las fuertes críticas del socio menor de la coalición, los nacionalistas de Anel, que ven esta ley como una «antesala» para permitir las adopciones, y consideran que choca con las creencias religiosas de los griegos. Una reciente encuesta realizada por el instituto demoscópico ProRata para el diario Efymerida Ton Syntaktón revela que tan solo el 42% de los griegos están de acuerdo con otorgar el derecho a la unión civil a las parejas del mismo sexo. Un 37 % rechaza estas uniones y un 15 % no está ni de acuerdo, ni en desacuerdo.