Fuertes enfrentamientos estallaron el martes en la capital de Tailandia, donde centenares de policías antidisturbios lanzaron su intento más fuerte para desalojar a los manifestantes que protestan contra el gobierno, con un saldo de al menos cuatro muertos y 64 heridos.
Se escucharon varios disparos cerca de la oficina de la primera ministra, donde la policía con cascos y chalecos antibalas comenzó a retirar a los manifestantes y a desmantelar un escenario improvisado. Los testigos dijeron que alguien lanzó una granada contra la policía y que luego hubo tiros desde ambos bandos. La policía se retiró después de una serie de choques.
En otro golpe a la primera ministra Yingluck Shinawatra, la agencia estatal anticorrupción acusó el martes a la funcionaria de manejar inadecuadamente un cuantioso subsidio al arroz, con lo que la puso en peligro de ser despojada del cargo.
El gobierno electo de Yingluck ha estado tratando de evitar la violencia para prevenir que los militares traten de intervenir.
Los servicios de emergencias médicas de Erawan dijeron que tres civiles y un policía murieron. Agregó que 64 personas resultaron heridas durante los choques del martes, entre ellos periodistas de la agencia noticiosa española EFE y la televisora Phoenix de Hong Kong.
La violencia comenzó cuando la policía incursionó en varios sitios de protesta para detener y retirar a los manifestantes, que piden la renuncia de la primera ministra.
El martes por la mañana, 144 manifestantes fueron detenidos pacíficamente cerca del ministerio de energía, en la parte norte de la ciudad. Fueron llevados en vehículos policiales para ser interrogados, dijo el jefe del Departamento de Investigaciones Especiales Tharit Pengdit.
La operación se llevó a cabo un día después de que una corte civil recibiera una petición para autorizar que el gobierno decrete el estado de emergencia, lo que permite a la autoridad ejercer poderes amplios y detener a los opositores durante 30 días sin hacerles cargos.
Si la corte rechaza la petición, el gobierno deberá desmantelar el comando especial de seguridad que creó para ejecutar las medidas de emergencia.
BANGKOK, Tailandia (AP)