El diario estadounidense The New York Times publicó un editorial pidiendo al Congreso de Estados Unidos derogar la Ley de Ajuste Cubano, la cual fue creada en 1966 para socavar el proceso revolucionario. Este llamado del reconocido medio de comunicación coincide con la posición de Nicaragua, que semanas pasadas también exigió al gobierno estadounidense poner fin a esa ley, creada en el marco del bloqueo contra Cuba, y que promueve la emigración ilegal hacia Estados Unidos a través de Centroamérica.
Esto tiene serias implicaciones en la región, ya que la ha puesto al borde de una crisis humanitaria difícil de afrontar. El caso más evidente de ello ocurrió cuando el Gobierno de Costa Rica, sin previo aviso a Nicaragua, lanzó por el puesto fronterizo de Peñas Blancas a miles de cubanos, ante lo cual el Comandante Daniel pidió a las fuerzas de seguridad evitar el ingreso ante la incapacidad de Nicaragua de tratar un tema tan complejo y sin que exista un compromiso de pase por parte del resto de países del área.
La posición de Nicaragua en cuanto a esta ley es respaldada por prácticamente todos los países centroamericanos, evidenciándose en la negativa de Guatemala y Belice a recibir a los miles de cubanos varados en la frontera entre Nicaragua y Costa Rica.
La región exige a Estados Unidos el trato igualitario para sus migrantes, tal y como se le facilita a los de origen cubano que pisan suelo estadounidense.
En este sentido, en su editoral, The New York Times critica la política de pies mojados / pies secos, la cual permite a Estados Unidos devolver a los isleños hacia Cuba en caso de ser interceptados en el mar, y aceptarlos si y solo sí han pisado el suelo norteamericano.
El diario afirma que a un año de finalizar su gobierno, Barack Obama no parece dispuesto a acabar con esa política.
El rotativo califica eso como una reliquia de la Guerra Fría que obstaculiza la normalización de las relaciones entre ambas naciones.
Otro punto que destaca es que promueve la acción de los traficantes de personas en América Latina, llegando a ser una gran carga en toda la franja que va desde Ecuador hasta México.
Hace hincapié también en que Obama debe buscar un acuerdo con el gobierno cubano para alcanzar una norma dirigida a facilitar la inmigración ordenada, a la vez que debe acabar con un programa que alienta la deserción de profesionales médicos cubanos que cumplen tareas en el extranjero.