Estados Unidos levantó formalmente este lunes la prohibición de donar sangre de por vida vigente para homosexuales varones, reemplazándola por una nueva regla que mantiene un período de espera de 12 meses después del último contacto sexual.
La decisión de la Administración de Alimentos y Medicinas (FDA, por sus siglas en inglés) alinea a Estados Unidos con otros países desarrollados, como Francia, Japón y Australia, que recientemente autorizaron a donar sangre a los hombres que tienen sexo con otros hombres, en tanto no hayan tenido relaciones íntimas en el último año.
La nueva disposición entierra una prohibición que data de 1983, cuando la epidemia del SIDA era incipiente y muchos expertos temían la posible contaminación de los suministros de sangre con una enfermedad poco conocida.
«Revisando nuestras políticas para ayudar a reducir el riesgo de transmisión del VIH a través de productos sanguíneos, examinamos rigurosamente diferentes alternativas, incluyendo la evaluación individual del riesgo», dijo Peter Marks, director del Centro de Evaluación e Investigación Biológico de la FDA.
«El espacio de 12 meses (entre el contacto sexual y la donación) está avalado por las mejores pruebas científicas disponibles en este momento de la población estadounidense», agregó.
No obstante, la prohibición se mantiene para los trabajadores sexuales y personas que usan medicamentos inyectables. «No hay suficientes datos para avalar un cambio en las recomendaciones de aplazamiento existentes en este momento», indicó la FDA en un comunicado.
Para llegar a esta decisión, la FDA «examinó distintos estudios recientes, datos epidemiológicos y compartió experiencias de otros países que ya habían hecho cambios recientes en los plazos de la política de hombres que tienen relaciones con otros hombres».
«Estos estudios publicados no documentan cambios de riesgos en los suministros de sangre si se usan con un aplazamiento de 12 meses», dijo.
Actualmente, los hemofílicos o personas con alteraciones en la coagulación siguen esperando que se levante su prohibición de donar sangre, aunque la FDA asegura que es «para su propia protección, debido a los potenciales daños de las grandes agujas que se utilizan en los procedimientos de donación».