Tailandia incineró este miércoles con gran pompa a su patriarca budista, muerto hace más de dos años.
El príncipe heredero, Maha Vajiralongkorn, prendió fuego al sarcófago de madera de rosa que acoge los restos del patriarca, al término de una larga ceremonia, retransmitida en directo por televisión.
Somdet Phra Nyanasamvara, el patriarca supremo de Tailandia, líder de los monjes budistas del país, falleció en octubre de 2013 a los 100 años.
Su incineración no se ha celebrado hasta ahora, siguiendo la tradición observada con los personajes de la familia real y los dignatarios budistas.
Cuanto más importante es la personalidad, más largo es el lapso entre el momento de su muerte y la incineración. A ello se añade que la confección del sarcófago de madera de rosa en el que se coloca el cuerpo del difunto lleva meses.
Somdet Phra Nyanasamvara fue nombrado patriarca supremo en 1989 por el rey Bhumibol Adulyadej.
El monarca, de 88 años, lleva meses hospitalizado, y hay mucha preocupación en el país sobre su estado de salud.
El clero del reino mantiene una gran influencia en Tailandia, donde el 95% de la población es budista.