Activistas confirman que el ejército de Nigeria mató a cientos de musulmanes chiíes, probablemente alcanzando la cifra de 1.000. La máxima autoridad de defensa de derechos humanos del país catalogó este acto como «masacre».
Chidi Odinkalu de la Comisión Nigeriana de Derechos Humanos publicó fotos en redes sociales que mostraban a una excavadora arrasando con un santuario del Movimiento Islámico en Nigeria y agregó que el hogar del líder detenido, Ibrahim Zakzaky, también fue destruido.
Odinkalu indicó que Zakzaky sufrió heridas de balas y que mataron a una de sus esposas durante una serie de redadas que iniciaron el sábado y terminaron la mañana del lunes.
«Los ciudadanos deben preguntarse quién ordenó esta masacre«, tuiteó Odinkalu.
Las tropas nigerianas indicaron que las redadas se dieron luego de que 500 chiíes bloquearan el convoy de la autoridad del ejército nigeriano e intentaran matarlo.
Irán, considerado el guardián de la fe musulmana chií, condenó la masacre.