La violencia política de Burundi escaló el sábado cuando se hallaron 28 cadáveres acribillados en tres barrios de la capital, un día después de que el gobierno dijera que un grupo no identificado había realizado ataques coordinados en tres instalaciones militares.
Un ambiente de terror ha envuelto a la capital, Bujumbara, luego de escucharse ruidops de combates a lo largo del viernes y disparos esporádicos durante la noche. Los habitantes se ocultaron en sus viviendas y solo personal de seguridad patrullaba las calles.
Un testigo le dijo que por la mañana contó 21 cuerpos con heridas de bala en sus cabezas en el barrio Nyakabiga. Algunos de los muertos tenían las manos atadas a la espalda, dijo el testigo, quien habló bajo condición de anonimato por motivos de seguridad.
No se pudo verificar quién mató a las 21 personas, pero otro testigo culpó a las fuerzas de seguridad gubernamentales al decir que fueron tras las víctimas en búsquedas puerta por puerta.
«Temo que me maten como a mi amigo ayer, la policía vino a registrar nuestra casas y de suerte escapé. Si tuviera dinero, compraría un pasaporte y me iba», dijo Fidele Muyobera, de 22 años, que trabaja como empleado doméstico.
Seis cuerpos más fueron encontrados en Musaga, en donde el ejército dijo que su instalación fue atacada, aunque habitantes comentan que más cuerpos fueron sacados por las fuerzas de seguridad.
Tres soldados murieron en una emboscada la madrugada del viernes realizada por un grupo no identificado en las zonas de Ngagara, Musaga y Mujejuru, dijeron dos solados que solicitaron anonimato por temor a represalias. El ejército mató a 12 de los atacantes y 20 más fueron arrestados, incluido uno que estaba herido y era atendido en un hospital militar, le dijo a la radio estatal el vocero del ejército, coronel Gaspard Baratuza.