Tres leones fueron envenenados en la turística reserva del Masai Mara en Kenia, una de las más visitadas del mundo, presuntamente por pastores que actuaron como venganza por la muerte de su ganado en un ataque de felinos, informaron hoy los medios locales.
Dos pastores ya han sido acusados y se enfrentan a una pena de cadena perpetua o a una multa de 20 millones de chelines (cerca de 200.000 euros), según el diario Daily Nation.
Pese a que el envenenamiento de los leones ha conmocionado a los conservacionistas, el conflicto es constante entre la población local y los animales salvajes que conviven en los parques naturales del país.
Leones, leopardos o hienas atacan muy a menudo al ganado de los pastores -del que dependen para sobrevivir-, dañan sus cosechas e incluso atacan a los residentes de la zona.
Miles de cabezas de nuestro ganado acaban en el parque. Los leones suelen cazar y los pastores toman represalias envenenando a los animales salvajes, confiesa al medio keniano un residente, que prefiere permanecer en el anonimato.
La reserva de Masai Mara en Kenia es conocida por la excepcional riqueza de su fauna y la migración anual de cerca de dos millones de ñus, cebras y otros animales a través de las planicies de Serengeti y Mara.
Kenia cuenta con unos 2.000 ejemplares de león, cuya población ha disminuido considerablemente en las últimas dos décadas, debido principalmente a la pérdida de su hábitat y los conflictos con los seres humanos y su ganado.
África Occidental y Central pueden perder la mitad de sus poblaciones de leones en las próximas dos décadas, según advirtió un reciente estudio publicado por la revista estadounidense Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS).
El Mundo