Los peregrinos cristianos se amontonaron en la ladera de una montaña en el centro de Haití, buscando favores y una renovación espiritual.
El encuentro de tres días del fin de semana pasado organizado por el Centro de la Biblia de Nuestra Señora de Fátima fue uno de los más grandes de su tipo en años en esta nación. Si bien el centro es católico romano, el encuentro tuvo un aire evangélico, combinado incluso con algunos elementos del vudú.Convocado con el título de «Oraciones, Arrepentimiento y Conversión», tuvo lugar en el pueblo de Bois-Neuf y atrajo a una multitud de personas deseosas de mejorar sus vidas o las de otros.
Algunas trajeron sus pasaportes para pedir en sus oraciones visas que les permitan irse de este empobrecido país. Otros portaban fotos de familiares enfermos,deseosos de encontrarles una cura.Los sacerdotes se mezclaron con la muchedumbre y esparcieron agua bendita con el fin de alejar los malos espíritus. Algunas personas cayeron al suelo con convulsiones mientras los curas rezaban para expulsar a los malos espíritus de sus cuerpos.
Abundaban las mujeres que llevaban canastos con ofrendas de frutas y vegetales en sus cabezas.Muchos de los asistentes tenían presente el terremoto del 12 de enero del 2010 que mató a decenas de miles de personas y dejó sin hogar a 1,5 millones. Se lo mencionaba como una de las principales razones para tener fe en Dios.»Si no nos convertimos, tendremos otro episodio similar, aunque peor», advirtió el reverendo Julel Campion, director y fundador del centro. «Si no nos convertimos, Puerto Príncipe (la capital) no será destruida sino que desaparecerá por completo. ¡Deben convertirse!».
BOIS-NEUF, Haití (AP)