El Ministerio de Salud Pública (Minsap) de Cuba finaliza hoy una jornada de lucha contra el VIH-Sida. La actividad termina con una campaña de asistencia, prevención y control, programa que fue elogiado por representantes de Naciones Unidas (ONU).
Autoridades sanitarias de la isla realizarán una gala a propósito de conmemorarse este martes el Día Mundial de Lucha contra el VIH-Sida.
Entregarán los Premios Esperanza a instituciones, personalidades, promotores de salud o voluntarios que colaboran de manera altruista en la respuesta a la enfermedad.
Relacionado: Marcha en solidaridad a las personas con VIH
El objetivo de la celebración es prevenir y concientizar sobre los riesgos, miedos y decisiones que llevan a combatir la epidemia.
Fuentes del Minsap informaron la víspera que en Cuba se han diagnosticado 23.800 casos de personas seropositivas desde el inicio de la epidemia del VIH en 1986, de las cuales ha fallecido el 17 por ciento.
Actualmente son atendidos unos 18.800 pacientes aquejados de este mal, que representa una prevalencia en la población sexualmente activa de 0,25 por ciento, según cifras oficiales.
La jefa del Programa Nacional de Prevención y Control de las Infecciones de Transmisión Sexual (ITS) y el VIH-Sida, María Isela Lantero, indicó que ocho de cada 10 cubanos que viven con VIH son varones con preferencias homosexuales.
Otro de los grupos más vulnerables son los jóvenes de entre 20 y 29 años.
En opinión de la especialista, las estadísticas se mantienen «estables», debido al cuidado de los enfermos a través de centros médicos, venta de medicamentos en la red de farmacias y una intensa campaña.
Lantero apuntó que la situación epidemiológica está «controlada» gracias al programa y respuesta nacional a la epidemia, servicios de consejería y movimientos como «Hazte la prueba».
Mediante esta estrategia se acerca el diagnóstico a la comunidad en busca de detectar precozmente la enfermedad, así como a sitios de socialización donde se concentran los grupos más vulnerables.
En noviembre último visitó Cuba el director ejecutivo de ONUSIDA, Michel Sidibé, quien calificó de «modelo» el programa nacional de prevención y control de la enfermedad.
La funcionaria cubana sostuvo, no obstante, que «mucho nos queda por hacer para tener generaciones libres de VIH y demostrar que es posible que la enfermedad deje de constituir un problema de salud».
Para ONUSIDA, esta es una enfermedad transmisible, aún sin cura, pero controlable con un grupo de medidas.
Según este organismo, a nivel mundial hay 36 millones de infectados con VIH, de ellos 19 millones no lo conocen, en tanto otros 22 millones de enfermos esperan tratamiento.
LA HABANA, (XINHUA)