El deslave mortal en un yacimiento de mineral de hierro en Brasil reavivó los llamados por mejores maneras de deshacerse de millones de toneladas de desechos mineros contenidos por diques artificiales.
El desastre en la mina de Samarco es el incidente más reciente vinculado con desechos mineros que han devastado el medioambiente. La tragedia dejó al menos 11 muertos y 12 desaparecidos.
Los desechos mineros son un material parecido al lodo y su almacenamiento y manejo se ha convertido en un importante tema ambiental y de seguridad, ya que pueden ser tóxicos y se les tendrían que mantener aislados.
Brasil catalogó el desastre del 5 de noviembre como una «catástrofe ambiental». La responsabilidad podría recaer sobre los copropietarios de Samarco: Vale y BHP Billiton.
Andrew Mackenzie, presidente ejecutivo de BHP Billiton, dijo que la minera estaba revisando todas sus represas y que las compañías con participaciones en Samarco comenzarían una investigación con una amplia gama de expertos.
En Brasil, lo menos que podría enfrentar la industria son leyes más severas. Un congresista dijo que una propuesta para un nuevo código minero podría incluir regulaciones más estrictas para diques de desechos y hacer obligatorio el procesamiento en seco.
Existe un método alternativo, conocido como almacenamiento seco o «dry-stacking» que se presenta a menudo como una forma de mitigar desastres como el de Samarco.
En el proceso se separa el agua del mineral usado con filtros de vacío o de presión, lo que permite que los desechos sean apilados y controlados de mejor forma.
Los promotores del dry-stacking afirman que el método además controla el vertido de residuos a las aguas subterráneas, filtraciones que podrían derivar en responsabilidades ambientales aún después de que un yacimiento se haya agotado.
Pero se aplica rara vez debido a sus costos, lo que implica que se han construido miles de presas para residuos húmedos y se planifica la construcción de más. Sólo en Estados Unidos existen 839 diques de contención de desechos y en el mundo hay unos 3.500, según datos del Cuerpo de Ingenieros del Ejército estadounidense y de Naciones Unidas.
SÍDNEY/TORONTO (Reuters)