La fuerza Metropolitana de Londes (Met) tuvo que pedir disculpas públicas a siete mujeres que fueron seducidad y engañadas por agentes encubiertos, que las estaban espiando.
La Policía Metropolitana de Londres (Met) expresó disculpas públicas a siete mujeres que mantuvieron relaciones sentimentales con agentes encubiertos sin saber que habían sido enviados para espiarlas.
Las fuerzas de seguridad del Reino Unido mantuvieron activas durante 25 años operaciones en las que miembros de la policía iniciaron relaciones amorosas con activistas medioambientales y políticas para conocer detalles sobre su vida y anticipar sus movimientos.
En 2011 salió a la luz ese entramado de agentes encubiertos, algunas de cuyas relaciones duraron hasta nueve años y que en uno de los casos dieron lugar a un hijo.
La policía ha tenido que pagar unos 3 millones de libras (4,23 millones de euros) en compensaciones a esas siete mujeres, que iniciaron acciones legales hace cuatro años.
Además de ese pago, ambas partes pactaron la publicación de un vídeo en el que un mando de la policía, el subcomisario Martin Hewitt, expresa una disculpa sin reservas en nombre del cuerpo.
Soy consciente de que el dinero solamente no puede compensar la pérdida de tiempo y las heridas sentimentales que provocaron esas relaciones, dice el policía en la declaración.
El subcomisario, que ha mantenido un diálogo con las mujeres durante el proceso de mediación, afirma que fueron inducidas a mantener relaciones abusivas, engañosas y manipuladoras.
Lo más importante es que esto nunca debió de haber ocurrido. Esas relaciones fueron un error y una grosera violación de la dignidad y la integridad personales, continúa el agente en el vídeo, que puntualiza que las mujeres fueron engañadas, pura y simplemente.
Una de las unidades policiales que encargó esas operaciones, ligada a la Unidad Especial contra Manifestaciones (SDS, en inglés), se mantuvo activa hasta 2008, mientras que otro grupo de similares características, la Unidad de Inteligencia Nacional para el Orden Público (NPOIU), desapareció en 2011.
En octubre del año pasado, la policía ya pagó una indemnización de 425.000 libras (600.000 euros) a una octava mujer, que no sabía que el hombre con el que tuvo un hijo era en realidad un agente encubierto.