Eslovenia empezó el miércoles a levantar una cerca de alambre de espino en su frontera con Croacia para evitar la entrada incontrolada de migrantes en el ya sobrecargado país alpino, mientras varios jefes de gobierno europeos y africanos se reunían en Malta para buscar soluciones a largo plazo al flujo de migrantes que recorre Europa.
Un convoy de camiones militares con alambre de espino llegó temprano a Veliki Obrez, en la frontera eslovena con Croacia. Los soldados empezaron a desenrollar el alambre y extenderlo en el lado esloveno del río Sutla, que divide los dos países. Más tarde se vieron otros equipos más al suroeste, cerca de la localidad de Gibina, también extendiendo las espirales de alambre de y colocándolas una sobre otra.
El primer ministro, Miro Cerar, había dicho el día anterior que su país esperaba que unos 30.000 nuevos migrantes llegaran a las fronteras del país. Su gobierno teme que si la vecina Austria restringe el avance de migrantes en su tramo de la ruta, el número de personas atrapadas en Eslovenia crezca hasta ser inmanejable.
«Si no actuamos a tiempo», dijo Cerar, «esto podría causar una catástrofe humanitaria en el territorio de Eslovenia». La «barrera técnica», dijo, se utilizará para dirigir el flujo de migrantes y no para cerrar los 670 kilómetros (400 millas) de frontera como se hizo en Hungría.
Casi 170.000 migrantes han cruzado Eslovenia desde mediados de octubre, cuando Hungría cerró su frontera con Croacia con una alambrada de cuchillas y la ruta de los migrantes se redirigió hacia Eslovenia.
Estas medidas «no son populares, pero son necesarias», dijo el ministro del Interior, Vesna Gyorkos Znidar.
Mientras tanto, los líderes europeos y africanos se reunieron en Malta para conversaciones dirigidas a acelerar el regreso de migrantes que no cumplen los requisitos de asilo político y para abordar cuestiones a largo plazo como la pobreza, el cambio climático y el conflicto, que obligan a la gente a marcharse.
El encuentro se produjo en la capital, Valetta, no lejos de la zona del Mediterráneo donde miles de personas han sido rescatadas y muchos se han ahogado en el mar este año.
Catorce migrantes, siete de ellos niños, se ahogaron el miércoles de madrugada cuando su embarcación se hundió en la costa de Turquía, según la agencia estatal de noticias. Buceadores turcos buscaban a más posibles víctimas.
LIUBLIANA, Eslovenia (AP)