Mientras las autoridades mexicanas y salvadoreñas coordinan la repatriación de un hombre que apareció en las remotas Islas Marshall, miles de kilómetros de distancia del punto de donde se perdió en el mar hace 13 meses, persisten las dudas sobre ciertos detalles de su relato, pero sobre todo su apariencia física, para algunos en demasiado buen estado para una odisea sin acceso a agua dulce y bajo el sol.
El hombre se identificó como José Salvador Alvarenga, de 37 años. Dice que sobrevivió comiendo pescado, tortugas y pájaros. Dice que se hidrató gracias al agua de lluvia y a la sangre de las aves que atrapaba.
Alvarenga dijo que llegó la semana pasada a las costas del pequeño atolón de Ebon en el Océano Pacífico, antes de ser llevado a la capital, Majuro, el lunes.
«Para mí es difícil imaginar a alguien que haya podido sobrevivir durante 13 meses en el mar», dijo el embajador mexicano, Tom Armbruster, en Majuro. «Pero también es difícil imaginar que alguien llegue a Ebon de la nada. Lo cierto es que este hombre ha pasado por una prueba difícil y ha estado en el mar por algún tiempo».
Otras autoridades, sin embargo, prefirieron reaccionar con cautela a la narración del hombre, que sólo habla español y cuya travesía tratan de reconstruir. De ser cierta, su odisea se colocaría entre las grandes historias de supervivencia en el mar.
Armbruster dijo que el hombre de habla pausada se quejó el lunes de dolor de articulaciones y que aunque cojea, puede caminar. Tenía cabellera y barba largas, dijo el embajador, y que más que un hombre que haya sufrido hambruna, parecía hinchado en algunas partes, como en los tobillos. Por lo demás, agregó, Alvarenga parecía en buen estado de salud.
Dijo que el 21 de diciembre de 2012, Alvarenga zarpó en su lancha de fibra de vidrio de 7 metros (23 pies) de eslora para un día de pesca, acompañado de un adolescente al que sólo conocía como Ezequiel.
Agregó que una tormenta los alejó de la costa y los dejó a la deriva. «Habló de que atrapó algunos peces que nadaban junto a la lancha y que se los comió crudos», dijo Armbruster. «También dijo que comía pájaros y que bebió su sangre (de las aves)».
El secretario interino de asuntos exteriores de las Islas Marshall, Gee Bing, dijo ser algo escéptico respecto a lo dicho por Alvarenga tras reunirse con él el lunes.
«Suena como un relato increíble y no estoy seguro de creerle», dijo Bing. «Cuando lo vimos, no estaba realmente delgado como ha pasado con otros sobrevivientes. Tengo algunas dudas. Una vez que nos comuniquemos con el lugar de donde viene, podremos tener más información», añadió.
WELLINGTON, Nueva Zelanda (AP)