Una de las cervecerías belgas más reconocidas asegura que es víctima del cambio climático ya que las cada vez más elevadas temperaturas han acortado un mes la temporada de destilación desde la década de 1950.
La cervecería Cantillon Gueuze necesita enfriar su fermento caliente en recipientes abiertos para que las levaduras naturales del aire ayuden a producir la cerveza amarga que ha creado un nicho que se ha extendido alrededor del mundo. Sin embargo, con temperaturas de 15 grados centígrados (59 Fahrenheit) durante la noche en los últimos días, Cantillon detuvo el proceso de destilación ya que no quiere utilizar refrigeración artificial.
El cervecero Jean Van Roy dijo el viernes que «con tal temperatura es imposible destilar».
Los científicos dicen que el promedio mundial de la temperatura ha aumentado unos 0,8 grados centígrados desde la Revolución Industrial.
BRUSELAS, Bélgica (AP)