Los salvadoreños comenzaron a acudir a las urnas bajo fuertes medidas de seguridad, para decidir entre la continuidad de un Gobierno de izquierda o si vuelven a la derecha.
El candidato del gobernante Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), el vicepresidente Salvador Sánchez Cerén, figura favorito en las encuestas, seguido de cerca por el alcalde Norman Quijano, de la Alianza Republicana Nacionalista (Arena, derecha), aunque las encuestas prevén una segunda ronda.
Sánchez Cerén, excomandante guerrillero de 69 años, busca retener con promesas de programas sociales el poder que alcanzó hace cinco años el FMLN con Mauricio Funes –primer presidente de izquierda en la historia del país, mientras que Quijano, de 67 años, se propone recuperar el gobierno para Arena ofreciendo enfrentar con firmeza a las pandillas.
«Esperamos elecciones tranquilas, en paz (para) que la mayoría de ciudadanos salga a votar, porque la fuerza pública les cuidará», aseguró Funes a las misiones de los tribunales electorales de varios países y de la Organización de Estados Americanos (OEA).
Funes celebró que el proselitismo transcurrió sin «incidentes de violencia», y adelantó que «el fantasma del fraude está descartado» en la contienda, por los controles que ejercen los mismos partidos políticos y por la «transparencia» del Tribunal Supremo Electoral (TSE).
El Gobierno que resulte electo debe resolver el problema que generan la delincuencia común y las violentas pandillas.
Agencias