Los guardacostas chipriotas salvaron a 26 inmigrantes ilegales, entre ellos mujeres y niños, cuando su barco se hundía ante las costas de la isla, indicaron responsables de esos servicios este miércoles.
Algunas de esas personas fueron sacadas del agua, en un mar muy agitado, cuando su barco de ocho metros de eslora se hundió ante la costa sureste de la isla, indicaron las mismas fuentes.
Uno de los pasajeros tiene cinco meses e edad. Algunos tuvieron que ser hospitalizados por hipotermia y deshidratación.
Tres de las personas que recibieron ayuda fueron detenidas. Las autoridades sospechan que son los traficantes, después de que otros pasajeros denunciaran que habían tenido que pagar 2.000 euros por cabeza, 1.000 euros por niño, para cruzar desde Líbano a Grecia.
Dos de los detenidos son sirios, el tercero un libanés, según la radio pública chipriota.
La mayoría de personas a bordo de la embarcación eran oriundas de Tartús, una provincia de Siria controlada por el gobierno en la costa mediterránea, y una de las más seguras del país.
Nicosia, Chipre | AFP