Corrupción de familia hondureña deja a cocodrilos muertos de hambre

Un cocodrilo mastica, como si fuera alimento, una rama podrida caída de un árbol. En este estanque de un criadero privado en Honduras, los animales tienen semanas sin comer luego de que los dueños de la finca fueran acusados de narcotráfico en Estados Unidos.

«Los cocodrilos y leones se están muriendo de hambre y nosotros también, porque no nos han pagado la última quincena», afirma a la AFP José –nombre ficticio– en la entrada de la finca, situada en la jurisdicción de San Manuel del departamento de Cortés, 220 km al norte de la capital.

El empleado del criadero aseveró que «ya han muerto como 40 animales; los han llevado en troncos remolcados por camiones a enterrarlos».

El criadero es gestionado por Cocodrilos Continental, propiedad de la familia Rosenthal, tres de cuyos miembros fueron acusados el mes pasado de narcotráfico en Estados Unidos y sus bienes, congelados.

Según su página de internet, la empresa fue creada con «fines comerciales» y de «conservación de la especie». Su presupuesto era de un millón de dólares anuales entre salarios y alimentos para los animales. El objetivo también era expotar la carne y las pieles a Estados Unidos y Canadá.

Cocodrilos Continental tiene 11.000 ejemplares de la especie conocida como cocodrilo americano (Crocodylus Acutus, nombre científico), distribuidos en 135 lagunas escondidas entre la maleza y arbustos reverdecidos por recientes aguaceros.

Unas 60 pequeñas pilas de cemento albergan también a los recién nacidos. En otro estanque de cemento ha estado funcionando un hospital para atender a unos 60 reptiles enfermos, cuyo tratamiento fue suspendido.

En medio de la finca de 30 hectáreas, siete escuálidos leones pernoctan en jaulas de hierro, compartiendo la desgracia de la falta de alimentos con los cocodrilos.

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SAN MANUEL, Honduras | AFP