Un día con mi familiar difunto

Las familias nicaragüenses llegaron desde muy tempranas a los diferentes campos santos del departamento de Chinandega, para compartir el día al lado de sus seres queridos que pasaron al más allá.

En el cementerio municipal de la ciudad de El Viejo se vive algo peculiar en esta fecha.

Fieles a sus creencias, los viejanos aseguran que este dos de noviembre llegarán las almas de sus fieles difuntos. La mayoría de familias cargan un ramillete de flores, velas, mesas y sillas porque hoy es un día especial para compartir momentos de oraciones, y un banquete con la comida y bebida preferida que le gustaba a su deudo.

En el panteón cientos de tumbas fueron lavadas, limpiadas y adornadas con flores multicolores; la música preferida no dejó de sonar. Hay quienes llegan muy temprano y se retiran al anochecer.

Difunto-Chinandega

Susana Abad, habitante del Reparto German Pomares, llegó con su camándula y una novena para rezar el santo rosario por el alma de su difunto. «Nuestros muertos están olvidados, en este día especial oro por ellos y los míos, traemos algunas cosas que le gustaban como chancho orneado, nacatamal, fresco de cacao e incluso dulces. Otros traen hasta música y ofrendas como que están en vida», aseguró.

Al caer la tarde del 02 de noviembre, en el panteón los viejanos encenderán sus velas, como señal a sus muertos en que dentro de poco tiempo o un año habrán de convivir nuevamente.

Por su parte, los comerciantes mostraron satisfacción con la venta de flores y los tradicionales buñuelos, al asegurar que ha habido fuerte afluencia de visitantes.

La fiesta de todos los santos es la celebración más importante para los cristianos, día para recibir a los que regresan del inframundo para estar nuevamente con nosotros.

Buñuelos-Chinandega

Belkiss Medina