Los líderes africanos se reúnen el jueves en Etiopía para debatir los estallidos de violencia en Sudán del Sur y la República Centroafricana, como también la cuestión de la seguridad alimenticia en el continente.
En la inauguración de la reunión cumbre de la Unión Africana, el primer ministro etíope Hailemariam Desalegn se manifestó «profundamente preocupado por el surgimiento de nuevos conflictos» que amenazan la paz y estabilidad continentales. A la cumbre asisten 34 líderes africanos.Los conflictos más violentos en Africa suelen obligar a mucha gente a huir de sus hogares, impidiéndoles cultivar sus alimentos y tornándose totalmente dependientes de la ayuda ajena.
En Sudán del Sur, donde la violencia desencadenada desde mediados de diciembre ha desplazado a más de 700.000 personas, las Naciones Unidas calculan que 3,7 millones de personas más de un tercio de la población nacional carecen de seguridad alimenticia. En la República Centroafricana, un millón de personas han sido desplazadas debido a la violencia entre musulmanes y cristianos.
A menudo acusada de reaccionar de manera insuficiente ante las crisis, la Unión Africana con miembros de 54 de los 55 estados del continente parece haber tomado medidas para actuar más enérgicamente en casos de estallidos súbitos de violencia. Hay planes de crear una fuerza de contingencia de la Unión Africana lista para movilizarse en situaciones de emergencia.
Hailemariam, el líder etíope, pidió poner fin a «la violencia insensata» en la República Centroafricana e instó a las facciones en lucha en Sudán del Sur a convenir un acuerdo negociado.»Necesitamos hallar soluciones urgentes para impedir que estos dos países hermanos se precipiten en el abismo», afirmó. «Si no lo hacemos, habrá serias consecuencias para la paz y la seguridad en la región y por cierto en todo el continente».
Estados Unidos también insta a los dos bandos en el conflicto en Sudán del Sur a concertar una solución política que permita una paz duradera. La semana pasada las dos partes acordaron un cese de fuego y han cesado los enfrentamientos más severos. El miércoles, siete de los once líderes sursudaneses detenidos por supuesta traición fueron puestos en libertad y enviados a Kenia. Washington insta al gobierno sursudanés a liberar a los restantes.
«El acuerdo de cese de hostilidades suministra una oportunidad, aunque todavía frágil», afirmó el subsecretario de estado norteamericano Williams Burns, que asiste a la cumbre en Adis Abeba.
ADIS ABEBA, Etiopía (AP)