Como si no fuera suficiente el temor generalizado que hay con las carnes procesadas y su vinculación con el cáncer, aquí en nuestro país salen historias asquerosas con la comida y esta vez le tocó a esta popular cadena de pollos fritos que muchos conocemos.
Sucede que hace un par de días una cliente de esta prestigiosa cadena de restaurantes llegó al establecimiento que tienen en Bello Horizonte, donde notó cómo había algo distinto en las crujientes piezas de pollo de un combo de 6 que por lo general compra y es que se sentía un poco más duro, como si fuera amanecido.
Luego de examinarlo mejor se dio cuenta que estaba muy rosado por dentro pero decidió no ponerle mente, hasta que su esposo casi lo escupe cuando en efecto las piezas de pollo que había probado estaban hasta con sangre, en un estado totalmente crudo.
Como personas y clientes sensatos se dirigieron a reclamar y mostrar el producto en mal estado, para que sólo le respondieran con un: «así es el pollo». La indignación de haber recibido una respuesta tan cómoda e irresponsable colmó la paciencia de ambos, quienes expresaron sus molestias a través de Facebook, a como pueden observar abajo:
Cada vez es más seguido que las cadenas de comida rápida reciban reclamos por no brindar un servicio de excelente calidad a como ellos pregonan, pero lo más insólito es que en vez de tratar el problema con responsabilidad y asumir el error, se ponen en una postura de no querer dar su brazo a torcer. Quizás el error no esté generalizado y no tenga que ver directamente con la gerencia de la empresa, pero si no pueden vigilar a sus trabajadores para brindar un servicio según las normas de sanidad requeridas el error recae implícitamente a dichos directivos.
En otras palabras: ¡Háganse caso!
Redacción Central