Miembros de la policía federal de México habrían ejecutado ilegalmente al menos a 11 personas en dos episodios ocurridos este año en el estado de Michoacán (oeste), denunció el miércoles la organización estadounidense Human Rights Watch (HRW) en un informe.
Varios testigos de esos sangrientos hechos, en los que murieron un total de 50 civiles, declararon «haber visto a policías ultimar con disparos a civiles que no estaban armados, cuando ya habían concluido los primeros enfrentamientos», indicó la ONG.
En tanto, «la reacción del gobierno ha consistido en negar los acontecimientos de uso ilegítimo de la fuerza letal y mostrar a las víctimas como agresores», denunció la ONG.
«Ningún policía ha sido consignado» por los hechos registrados en Apatzingán el 6 de enero, con un saldo de ocho civiles muertos, y en Tanhuato el 22 de mayo, en el que murieron 42 personas y un policía, se añade en el informe.
El trágico suceso de Apatzingán sucedió cuando un grupo de civiles estaba participando en una concentración frente al Palacio Municipal de esa localidad (de 99.000 habitantes), de los cuales muchos eran miembros de las fuerzas rurales y hasta 2014 formaban parte de las denominadas «autodefensas», creadas para contrarrestar al entonces poderoso cartel narco Los Caballeros Templarios.
Esa manifestación fue dispersada por un destacamento de policías que se desplazaban en más de dos docenas de vehículos, prosiguió el informe.
México, México | AFP