El gobierno del Frente Sandinista, por medio del Instituto Nicaragüense de la Vivienda Urbana y Rural (INVUR), hizo realidad el sueño de tener casa propia a 52 familias en San Pascuala y San Francisco de Asís, dos comunidades recónditas del municipio de Somotillo Chinandega.
Desde hace varios años este proyecto fue el sueño de estas familias de escasos recursos, pues en su gran mayoría no se imaginaron que algún día iban a tener una vivienda digna, con dos dormitorios, sala, cocina y acceso a servicios básicos.
Las viviendas que entregó el INVUR en este sector es un esfuerzo compartido con los protagonistas, gobierno, alcaldías, sector privado y organismos.
Las casas tienen 36 m², de concreto, techo de perlines y zinc, ventanas, además dos puertas internas y una externa de metal.
Un ejemplo de felicidad es el abrazo que Mercedes Pérez (de 62 años) y su seis nietos se dieron al darse cuenta que su vivienda es una realidad y no una preocupación de varias noches en vela, de aquellos tiempos en que no tenían para pagar la construcción de la misma.
Tomasa Mendoza, es madre de un joven con capacidades diferentes; ella y su hijo vivían en una casa que estaba en malas condiciones cubierta de plástico y llenas de humedad, el techo roto y con goteras, apenas tenían un cuarto con el piso de tierra que funcionaba como dormitorio, cocina y comedor.
Al respecto, Guillermo Arana, presidente de la junta administrativa del Fondo de Vivienda, del INVUR, manifestó que «se está haciendo patria cumpliendo con la orientación dada por el buen gobierno del comandante Daniel y Rosario, le están cumpliendo al pueblo nicaragüense la restitución de tener una vivienda digna».
Es por eso que hoy, la falta de un hogar decente no es más que un viejo recuerdo del pasado de estas familias, pues la casa nueva que le entregó el Gobierno Sandinista, a través del INVUR, les cambió la vida.
Belkiss Medina