Las anomalías lumínicas detectadas en la estrella KIC 8462852, podrían indicar la presencia de colosales estructuras artificiales en su órbita
En 1960, el físico Freeman Dyson propuso una megaestructura hipotética mediante la cual, una civilización alienígena avanzada podría aprovechar al máximo la energía emitida por una estrella. Se le conoce como «esfera de Dyson» y básicamente consistiría en construir una «concha» colosal que cubriera no solo a su estrella, sino también al sistema planetario que la orbitase. Desde la lejanía, una estrella encapsulada en una esfera de este tipo no sería visible, aunque la propia esfera emitiría radiación infrarroja. Aunque parezca mentira, en estos momentos una estrella lejana llamada KIC 8462852 está siendo estudiada como candidata a albergar colosales estructuras artificiales en su órbita. ¿Será esta la primera prueba de la existencia de alienígenas?
Pero empecemos por el principio. Los cazadores de exoplanetas usan un método llamado de tránsito, para detectar la presencia de planetas orbitando alrededor de estrellas lejanas. No podemos ver directamente esos planetas, pero sabemos que están ahí porque cuando pasan entre su disco solar y nuestros telescopios, atenúan levemente la luz estelar. Midiendo el tiempo que transcurre entre cada una de esas minoraciones lumínicas, los astrónomos infieren el tiempo que el candidato a planeta tarda en completar una órbita completa.
Ya que no podemos verlos directamente, porque la luz de su cercana estrella madre nos ciega «tapando» el brillo del planeta, este método ha permitido que la cuenta de exoplanetas siga creciendo. Las tiempos de tránsito siguen un patrón cíclico, ya que como sabemos cada planeta tarda siempre lo mismo en completar una órbita. Hasta ahora siempre había sido así, los tránsitos se repetían indicando el periodo orbital de cada nuevo exoplaneta descubierto.
Agencias