El diamante ovalado, perfecto, de 118 quilates, se vendió a un coleccionista asiático no identificado, cuya oferta ganadora estuvo en el extremo inferior del estimado de entre US$ 28 millones y US$ 35 millones establecido por el gigante de las subastas, Sotheby's. Fue el mayor diamante vendido en la subasta.
David Bennett, director de la División de Joyería para Europa y Medio Oriente de Sotheby's, dijo a CNN que los diamantes podían comprarse como inversión o simplemente por el amor a un objeto raro y hermoso.
"Asia rápidamente se ha convertido en nuestro sector más importante del público comprador en los últimos 20 años. Representa más de un tercio (de los compradores)". Sin embargo, un diamante azul raro que se esperaba se vendiera en al menos US$ 19 millones en la misma venta, no alcanzó el precio que se esperaba.
El récord previo para un diamante blanco se estableció en mayo en Christie's en Ginebra, Suiza, cuando una joya en forma de pera se vendió en US$ 26,7 millones.