El menor José Bonilla Oseguera de ocho añitos soñaba con ser un pastor evangélico, recordaron parientes y compañeritos durante el velorio desarrollado en la iglesia Victoria de Cristo en la colonia Los Pinos donde se congregaba este infortunado menor.
El pequeño fue ultimado a puñaladas por un criminal que llegó a su casa en la colonia Los Pinos, con el propósito de matar a todos los habitantes de la casa. En el hecho dos personas más resultaron heridas.
Sus amiguitos también lo recuerdan como un aplicado alumno de tercer grado en la escuela pública del sector F de esta colonia capitalina, situada al oriente de Tegucigalpa.
Ayer (martes) lo vi cantando alabanzas a Dios en el púlpito donde hoy está siendo velado, expresó por su parte una tía del pequeñín en los instantes que exigía justicia. Otros en cambio lo dejan todo en las manos de Dios.
El ataque mortal lo perpetró un hombre, a quien los dolientes lo conocen como Joel (alias de J), quien supuestamente ingresó a la vivienda, donde se encontraba Jessica Anabel Díaz, su hijo de ocho años y un bebé de cinco meses de nacido, quien se salvó porque su madre lo cubrió con su cuerpo.
Eran las 3:20 de la tarde, del pasado miércoles cuando J supuestamente ingresó a la casa con un filoso puñal y comenzó a atacar a la madre de los dos infantes.
Lamentablemente el infante expiró en el interior de su humilde vivienda, mientras su madre de 22 años aún se debate entre la vida y la muerte en el Hospital Escuela Universitario (HEU).
La Tribuna
