Silvio Berlusconi califica de «arrogante» y «envidioso» al expresidente francés Nicolas Sarkozy, en la primera biografía autorizada del ex primer ministro italiano, que acaba de ser publicada en Italia.
«Político alborotado con un ego sobredimensionado», «carácter napoleónico y perspicaz», «un envidioso de la fortuna de otros», son algunos de los adjetivos que usa el magnate italiano cuando se refiere al expresidente francés en el libro «My way», del periodista estadounidense Alan Friedman.
«Estaba envidioso porque yo era rico,» sostiene Berlusconi quien recuerda que después del matrimonio con Carla Bruni, heredera de una rica familia italiana, Sarkozy le dijo: «Mira Silvio, ¡ahora soy rico como tú!».
Una de las anécdotas que más irritaron a Berlusconi tuvo lugar después de una cumbre en Bruselas celebrada a finales de octubre de 2011, en medio de la desastrosa situación económica de Italia y las presiones para que renunciara: el presidente francés se negó a darle la mano.
«Pensé: ¡Qué idiota! ¡Qué arrogante! ¡Nadie me ha tratado de esa manera!», rememora.
Pero lo que más le genera crispación fue «la sonrisa de complicidad que se convirtió en una pequeña risita de suficiencia» entre Sarkozy y la canciller alemana, Angela Merkel, cuando un periodista les preguntó si creían en las promesas hechas por Italia de realizar reformas.
El magnate también sostiene que regaló muchas joyas valiosas «pagadas de su bolsillo» a la austera canciller alemana, que «las recibió feliz», dijo.
Sarkzoy figura también como uno de los protagonistas del largo capítulo sobre el fallecido líder libio Muamar Gadafi, considerado el «amigo» de Berlusconi, al que el entonces presidente francés comenzó abiertamente a cortejar, reservándole inclusive un recibimiento con todos los honores en París en diciembre de 2007.
Se mostró luego «inepto» frente a la revuelta en Túnez y «ambiguo» con Egipto y decidió «emborrachar» a los líderes occidentales para lograr una intervención militar en Libia, según el ex jefe de gobierno italiano.
«Estaba celoso de mi excelente relación con Gadafi. Se dio cuenta de que nunca podría competir conmigo para obtener nuevos contratos de petróleo y gas debido a mi amistad con el coronel» sostiene Berlusconi.
Para el autor del libro, Berlusconi «tenía un conocimiento mayor de los asuntos libios con respecto a Sarkozy, y estaba convencido de que entrar en guerra con ese país era una verdadera locura».
En mayo de este año, Sarkozy refundó su partido con el nombre de Los Republicanos, con el objetivo de regresar a la presidencia en las elecciones del 2017.
Roma, Italia | AFP