Once hombres de entre 19 y 30 años están siendo interrogados por el ataque a un centro de refugiados en la localidad holandesa de Woerden, cercana a Utrech, informó hoy el diario digital Dutch News.
Los hechos se produjeron el viernes por la noche cuando una veintena de hombres encapuchados y vestidos de negro asaltaron las instalaciones con huevos, petardos y fuegos artificiales, y echaron abajo las vallas, indicó el medio.
Varios vecinos de Woerden se enfrentaron a la banda y ayudaron a los agentes a detener a los agresores.
El centro objeto del ataque es un polideportivo donde se alojan actualmente 148 sirios, 51 de ellos niños.
«Los responsables de estos hechos inaceptables deben ser severamente castigados», declaró el primer ministro holandés, Mark Rutte.
El presidente de la asociación neerlandesa de alcaldes, Bernt Schneider, advirtió de que los ayuntamientos necesitan más capacidad para proteger los centros de refugiados de disturbios como los producidos en Woerden, y apuntó a la seguridad privada como posible opción, según Dutch News.
La Policía holandesa espera que la información obtenida en los interrogatorios permita detener a los miembros de la banda todavía no identificados.
Se trata del mayor incidente registrado en Holanda contra los refugiados desde que comenzó la oleada de llegadas masivas, mayoritariamente desde Siria.
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