La cumbre mundial de los pueblos sobre el cambio climático, cuyos resultados serán debatidos en la COP21, en París, en diciembre próximo, arrancó este sábado en Tiquipaya, centro de Bolivia, con urgentes llamados en defensa del planeta y la vida.
El presidente boliviano, Evo Morales, que inauguró el evento al que asisten unos 2.000 delegados de países de cinco continentes, planteó que «desde acá debemos plantearnos cómo salvar la madre Tierra para salvar la vida».
Concepto similar fue formulado por el Ministro de Relaciones Exteriores de Francia, Laurent Fabius, al plantear en su discurso que «lo que está en juego es sencillamente la vida, la vuestra, la de sus hijos, la de las especies, la del planeta», según la traducción oficial.
«He venido aquí, como lo hará mañana (domingo) el secretario general de Naciones Unidas (Ban Ki-moon) para escuchar su mensaje y cuando en algunas semanas voy a presidir la COP21 lo que he escuchado y visto aquí lo tendré en mente y trataré de hacerle eco», agregó Fabius.
El evento, que se extenderá hasta el lunes, contará en la clausura con la presencia de los presidentes de Ecuador, Rafael Correa, y de Venezuela, Nicolás Maduro, de acuerdo a los organizadores.
En la apertura, Morales le dio un énfasis político a la cita al responsabilizar al modelo capitalista del calentamiento global del planeta.
«El capitalismo es como el cáncer de la madre Tierra, pero pienso que todavía es un cáncer no maligno sino benigno (..) y tenemos la obligación de plantearnos políticas, programas y proyectos para erradicar ese cáncer benigno para salvar a la madre Tierra, la vida y la humanidad», planteó.
La cumbre social debatirá diversas temáticas en doce mesas, entre la que destaca la idea de crear «un tribunal de justicia sobre cambio climático, para que los países que no cumplan (las metas mundiales) sean juzgados», adelantó Morales.
«El mundo requiere de un organismo internacional que nos haga responsables con la vida y con los compromisos que los países debemos asumir para su protección integral», explicó previamente el canciller boliviano David Choquehuanca.
La propuesta había dominado la discusión en la primera cumbre de 2010, realizada también Tiquipaya, pero tropezó con la oposición de las naciones desarrolladas.
El encuentro servirá para diseñar una propuesta de los movimientos sociales a la cumbre de jefes de Estado que se realizará en París en diciembre próximo.
Según Fabius, en París «necesitamos un acuerdo universal (…), un acuerdo que incluya a gobiernos y pueblos, pero es necesario que los pueblos también se comprometan y muestren cuál es la dirección que deben seguir los gobiernos».