Cientos de personas protestaron el viernes contra el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial cerca del centro de convenciones donde se realizan las reuniones anuales de las juntas de gobernadores desde inicios de la semana.
Los manifestantes caminaron por las calles con carteles que decían «FMI, no más pobreza»; «Sin agua, vivienda, empleo y educación no existe el milagro peruano» e «Imperialistas go home». Quemaron cajas de cartón, neumáticos y lanzaron artefactos pirotécnicos al aire pero fueron frenados por casi 120 policías armados con cascos y varas de goma que no los dejaron llegar hasta la sede de reuniones.
Las autoridades económicas calificaron en la semana a Perú como un modelo a seguir.
El presidente del Banco Mundial Jim Yong Kim lo consideró una «estrella del crecimiento» y la titular del FMI Christine Lagarde comparó la receta para el crecimiento económico de Perú con su mundialmente famosa gastronomía.
Según cifras de Naciones Unidas, más del 60% de los trabajadores son informales en Perú. El gasto en salud y educación están por debajo de los promedios regionales y la mayoría de los ingresos del gobierno peruano no viene del impuesto a la renta, sino más bien de los impuestos sobre las ventas y el consumo.
Según la organización internacional Oxfam, en Perú 515 multimillonarios tienen riquezas equivalentes al 32% del producto interno bruto del país.
César Cruzado, uno de los manifestantes y ex empleado de la farmacéutica alemana Merck, dijo a la AP que «el FMI y el Banco Mundial nos vienen a hablar de milagros, ¿cómo puede haber un milagro si Perú es uno de los países con uno de los sueldos mínimos más pobres y miserables de América Latina?».
Luego de 48 años una capital de América Latina y el Caribe es la anfitriona de las reuniones anuales del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional. En 1967 lo fue Río de Janeiro.
LIMA, Perú (AP)